Henry utiliza los paisajes, o más bien la representación de espacios, objetos y a veces personas, como vehículos para transmitir pensamientos, sentimientos e historias. A veces, las historias representadas en sus paisajes son contundentes y claras, y otras veces, pensativas y suaves. A menudo, el espectador descubre en sus lienzos aspectos que le fascinan y comprometen.
Es difícil encasillar el trabajo de Henry en una categoría. Su trabajo está muy impulsado por la exploración y las misiones que le hacen saltar y saltar las vías del tren, dar vueltas en U, retroceder y cambiar de rumbo: todo esto forma parte del juego. El flujo y el reflujo de la vida están ahí. La observación es fija y hay una urgencia por explorar todos los rincones de la vida, a través de los paisajes. Los paisajes transportan al espectador a otros lugares y, con la percepción adecuada, el espectador puede experimentar cualquier cosa, desde una simple perspectiva placentera hasta el desencadenamiento de emociones más profundas.
Henry Falzon tiene su sede en Malta.